El Clarinete es un instrumento muy particular y más difícil de tocar de lo que en general se piensa. ¿Cuántos niños de siete, ocho o diez años, se ha visto tocar el Clarinete en concursos de jóvenes intérpretes o en concursos televisivos? Me refiero a virtuosos del Clarinete de siete, ocho o diez años… ¡ninguno! Sin embargo sí se ven pequeñas figuras del violín, el piano…
La persona que desee estudiar el Clarinete necesita tener capacidad lectiva, sentido rítmico, expresión, sentido musical, entonación y carácter, en resumen: condiciones . Es lo primero que debemos observar en nuestro alumno: la presencia o no de esas.
Para ello, y antes de nada, necesitaremos un instrumento en condiciones, un Compensador, cañas, y un método.
Primero, debemos hacer ver al alumno lo que tiene entre manos. Le enseñaremos las partes del Clarinete: boquilla (con la correspondiente abrazadera y lengüeta), barrilete, cuerpo superior, cuerpo inferior y campana. Le enseñaremos a montarlo y desmontarlo cuidadosamente, a mantenerlo limpio y en condiciones, a sujetarlo correctamente, a no dejarlo en cualquier lugar y posición, en definitiva, a tratarlo con cuidado.