Anne-Sophie Mutter
Empezó tocando el piano a la edad de cinco años. Poco tiempo después, empezó a tocar el violín, estudiando con los maestros Erna Honigberger y Aida Stücki.
Después de ganar diversos premios, se dedicó exclusivamente a la música, al obtener una exención de asistencia a la escuela. A los trece años de edad el director Herbert von Karajan la invitó a tocar con la Orquesta Filarmónica de Berlín. Más adelante, en 1977, hizo su debut en el Festival de Salzburgo con la English Chamber Orchestra bajo la dirección de Daniel Barenboim.
A la edad de quince años, Anne-Sophie Mutter realizó su primera grabación de los conciertos para violín K.216 y K.219 de Wolfgang Amadeus Mozart nuevamente con Karajan y la Orquesta Filarmónica de Berlín. Ese mismo año se le concedió la distinción de Artista del Año.
VIDEOS:
1.- Anne-Sophie Mutter Documentary «A Portrait» (1/5)
2.- Anne-Sophie Mutter Documentary «A Portrait» (2/5)
3.- Anne-Sophie Mutter Documentary «A Portrait» (3/5)
4.- Anne-Sophie Mutter Documentary «A Portrait» (4/5)
5.- Anne-Sophie Mutter Documentary «A Portrait» (5/5)
En 1980, hizo su debut en Estados Unidos con la Orquesta Filarmónica de Nueva York dirigida por Zubin Mehta. En 1985, con 22 años de edad, fue nombrada miembro honorario de la Royal Academy of Music (Londres) y directora del programa de Estudios Internacionales de violín en la misma academia. En 1988, realizó una amplia gira por Canadá y Estados Unidos, tocando por primera vez en el Carnegie Hall de Nueva York. En 1998 tocó y grabó en CD y DVD la integral de las sonatas para violín de Ludwig van Beethoven, acompañada al piano por Lambert Orkis; las cuales fueron retransmitidas por televisión en distintos países.Aunque su repertorio incluye muchas obras del período clásico y romántico, Anne-Sophie Mutter es especialmente reconocida por sus ejecuciones de música de compositores contemporáneos. Además, varias obras han sido especialmente escritas o dedicadas a ella, incluyendo piezas de Witold Lutoslawski, Krzysztof Penderecki, Wolfgang Rihm y Sofia Gubaidulina.Adicionalmente, Mutter ha recibido numerosos premios, incluyendo varios premios Grammy y también suele tocar dos violines construidos por Antonio Stradivari: un Emiliani de 1703 que le pertenece, y un Lord Dünn-Raven de 1710 que le ha sido prestado.En 1989, Anne-Sophie Mutter se casó con el abogado Detlef Wunderlich, con quien tuvo dos hijos: Arabella y Richard. Wunderlich murió en 1995. En el año 2002, Mutter contrajo matrimonio por segunda ocasión con el pianista, compositor y director André Previn. La pareja se separó legalmente en el año 2006.Es considerada una de las más prestigiosas violinistas de la actualidad.?Anne-Sophie Mutter recibió en 2008 el Ernst von Siemens Music Prize, que se acompaña con una donación en efectivo de 200.000 euros. La violinista donó la mitad del dinero del premio a la Anne-Sophie Mutter Foundation, que se establece durante el curso del mismo año. El objetivo de la fundación es promover a escala mundial apoyo para músicos jóvenes promesas, una labor que la violinista ya tenía en cuenta desde el año 1997 cuando fundó The Anne-Sophie Mutter Circle of Friends Foundation.Ha sido condecorada con la Cruz al mérito de Alemania, la Legión de Honor francesa, el Premio Príncipe de Asturias y otras distinciones.
El concierto al que hoy hemos asistido en el Auditorio de Oviedo, fué algo verdaderamente mágico… Contabamos hoy con la Orquesta Sinfónica de Galicia conducida por el bien conocido en Asturias (y por mi desde pequeño) Victor Pablo Pérez, pero la verdadera mágia vendría de la increible Anne -Sophie Mutter…
Esta belleza con violín, logró en bastantes momentos dejarme «mudo»… Elegancia, virtuosismo, calidez de ejecución, emotividad… Estas y otras muchas cosas la definen.
Con una orquesta que bien la arropaba, Mutter nos deleitó con un genial Concierto de Dvorák, un autor que si bien no es demasiado conocido para el público en general, yo he disfrutado tocando con sus obras de cámara.
El primer movimiento nos mostró a una violinista que de rojo y con su Stradivari, interpretaba los pasajes con brillantez y mostrando un sonido pulcro y profundo… Su sonido es una de sus características a mi entender. El Adagio emocionó de tal manera que parecía que era ella quien bailaba con la sala llevando de un lado a otro las frases con arcos largos y ligeros….En el Allegro, sin duda giocosso, nos dejó ver una Mutter más bien risueña y con una perfeccción que, sinceramente, asusta…
Una vez terminado el concierto y tras muchos minutos de aplausos, nos sorprende con un Bach solo que emudeció de tal manera el auditorio que los pianos más pianos que he podido escuchar en un violín fueron además de eso, belleza…
Absolutamente genial, esta es Mutter, una violinista que cautiva una enorme sala al igual que llena el alma de genial emoción y música…
(Martín Martínez)